En la actualidad, aproximadamente el 80% de las operaciones o transacciones de comercio mundial se realizan a través del uso del transporte marítimo. Cabe mencionar bajo este contexto que, como parte de su expansiva y agresiva integración de su renovada e histórica Ruta de la Seda, China ha considerado las costas sudamericanas; específicamente la Peruana, como parte de su proyecto global de ampliación de vías de comercio mundial, a través de la ejecución del Megapuerto de Chancay.
La importancia geopolítica de esta inversión portuaria, radica en que solo California (U.S.A.) y en Manzanillo (México), cuentan con puertos con capacidad de operar navíos de carga de 18000 containers por unidad de transporte (cada container tiene capacidad de 29 toneladas), los más grandes del mundo.
La apertura de Chancay implica, desviar dicha operatividad hacia nuestras costas, corrigiendo el tránsito comercial y generando un ahorro de 12 a 15 días de viaje en alta mar, reduciendo los costos operativos y del micro-transporte marítimo desde las costas de U.S.A. hacia las costas de los países sudamericanos incluyendo al Perú, mejorando la eficiencia de las economías de escala y de transporte, en pocas palabras: Se abarataran los productos de importación de producción para la exportación de los nuestros.
Los estudios previos para la ejecución del proyecto mencionado bordean los 3,500.00 millones de dólares –incluye estudios de impactos, estudios económicos, pre-inversión, entre otros– y el desembolso de la ejecución por etapas se estima en 3,800.00 millones de dólares, los mismos que serán desembolsados en tramos de tiempos a medida que las transacciones comerciales vayan en aumento.
En promedio, la totalidad del proyecto debe ejecutarse en un tramo temporal de 22 años, durante los cuales Cosco Shipping Ports, ejecutora de la obra, entregará el 100% de la capacidad estructural operativa, logística y comercial esperada.
En base a esta data, se prevé que sean generados 8,500.00 puestos de trabajo directo para ejecutivos, profesionales, técnicos y mano de obra nacional. Debe mencionarse que el impacto indirecto recae en el aumento de transporte público, restaurantes, hoteles, y a su vez labores tan simples con reparadores de llantas, costura, carpintería y talleres automotrices, que predominan en la zona, entre otras.
En lo social, la ciudad de Chancay que se encuentra ubicado al Norte de Lima, cuenta con una población aproximada de 70,000.00 habitantes; podría convertirse en una población con niveles de desempleo óptimo, gracias al desarrollo del proyecto en mención, siempre y cuando puedan corregir fallas inherentes de su propio sistema de subdesarrollo comunitario tales como: falta de oferta de viviendas, informalidad de transporte, agua, alcantarillado, seguridad ciudadana; los mismos que no cubrirán la demanda esperada de los mismos, una vez empiece a operar el puerto.
Un ejemplo que simplifica el impacto económico y social del Megapuerto, sería la inversión hecha en la región de Ica en agricultura para exportación, con un monto aproximado de 200 millones de dólares, transformaron la vida social y económica de dicha región, reduciendo la tasa de desempleo a niveles de pleno empleo, logrando la formalización de la población económicamente activa y eficiencia en la utilización de los propios recursos naturales de la zona; obviamente esto depende del trabajo conjunto de autoridades locales, regionales y del gobierno de turno.
Finalmente, es de suma importancia velar por la seguridad jurídica, seguridad de la inversión y seguridad social, para que estas variables conjuntamente con la inyección de capital extranjero, sean el punto de apoyo e inflexión para impulsar parte de nuestra economía; la que sobrevivido a las coyunturas externas e internas, y con el único fin de favorecer al peruano de a pie, quien debería ser en última instancia el beneficiario final de las políticas paternalistas hacia su estado, por parte del gobierno y alcanzar así el esperado bienestar social.