Madre: Gracias a ti puedo ver el mundo

A horas de celebrar el día de la madre en el Perú vamos observando cómo el ambiente en las calles se van llenando de carteles con flores, bombones en forma de corazón, imágenes de mujeres abrazando fuertemente a sus hijos. Es pues, sin duda un evento crucial que nos invita a reflexionar sobre el verdadero valor de una Madre.

El vínculo con nuestra madre es uno de los más influyentes de nuestras vidas y de ello nos permitirá desarrollar nuestro mundo emocional y la forma como socializamos con los demás. Desde la concepción, estamos unidos a ellas en una relación llena de emociones y sentimientos encontrados, desde los cambios físicos, fisiológicos, psicológicos y neurológicos. Como no agradecer a que su lucha constante nos dio la vida dejando su propia esencia para vernos nacer.

Desde que tenemos memoria, la madre siempre ha sabido solucionarlo todo. Desde sostener tu mano para enseñarte a escribir las primeras letras.  ¿Problemas en el colegio? ¿Se me quedó el cuaderno en la casa? ¿Se me manchó la camisa? ¿Nervios antes de una presentación? ¿la lonchera? ¿En tu graduación de la universidad? ¿Cuándo te casaste? Y así podemos enumerar diferentes acciones que hizo a lo largo de nuestras vidas.

Con el pasar de los años, en algunos casos esta relación se puede resquebrajar debido a distintos conflictos o discrepancias, al punto de optar por cortar todo contacto con ella. Pensando que nos puede ayudar, sin embargo, es necesario recalcar que una madre no es perfecta que, a pesar de sus propios miedos, ansiedades, incertidumbres siempre permaneció fuerte, es ahora donde debemos comprender si mi actitud ante la evitación del contacto maternal es realmente una negación hacia sí mismo de nuestras propias emociones. Entendamos que el vínculo maternal se estableció en los tres primeros años de vida y que estarán siempre en nuestro ser.

¿Qué expresaríamos de manera saludable a nuestra Madre?

Antes que nada, una total gratitud por mostrarme que eras mi mundo en mi infancia y gracias a ti me permitiste ser quien soy, que es tremendamente inteligente, talentosa y trabajadora, quizás las palabras sean demasiadas cortas es por ello podría ir acompañado de una mirada cálida y un abrazo.

Te sigo admirando profundamente madre; por siempre haber tenido desde el minuto uno tu apoyo y amor incondicional. Por haberme brindado seguridad, confort y motivación para seguir emprendiendo este camino en la vida.

Por mostrarme tu lado fuerte, perseverante, determinante y que son herramientas claves que me acompañan en esta lucha constante y sin dejar de preguntarnos. ¿En qué momento se nos olvidó que nuestras madres también son personas? ¿Que también sufren? ¿Que también se frustran? ¿Que también extrañan a su propia madre?.

En definitiva, las madres son sorprendentemente versátiles, solucionadoras y diligentes con su trabajo asumiendo también su rol de madre, enfocadas en su profesión, pero sin descuidar a sus hijos y por nunca olvidarse de llevar el balance en el hogar.

 

En este Día de la Madre conmemorar nuestro viaje que se inició en la concepción, en los nueve meses que estuvimos tan unidos, desde la primera sonrisa y los primeros pasos. Hoy celebramos y podemos decirte “El mundo te ve como una madre, para nosotros eres el mundo” – “Feliz día Mamá “.