La inteligencia artificial (IA), se ha integrado en varios escenarios de nuestra vida cotidiana, desde los asistentes personales de nuestros ‘smartphones’ hasta los algoritmos en los que se basan las redes sociales, es indudable que IA puede revolucionar nuestra forma de vivir y trabajar, sin embargo, también manifiesta inconvenientes o como los ruidos blancos en la estadística. Un motivo de inquietud, por ejemplo, son los posibles efectos psicológicos del uso de sistemas de IA. A medida que dependemos cada vez más de estas tecnologías, aumenta la preocupación de que puedan afectar nuestra salud mental y bienestar emocional.
¿Qué es la inteligencia artificial?
La inteligencia artificial es la sucesión de tecnologías que se utilizan para emular características o capacidades exclusivas del intelecto humano.
Si bien no hay una definición puntual, él término se aplica cuando una máquina imita las funciones cognitivas que los humanos asocian con otras mentes humanas, como aprender o resolver problemas.
Historia y origen
En 1956, los científicos Allen Newell, Herbert Simon, Marvin Minsky, Arthur Samuel y John McCarthy se reunieron en la conferencia de Dartmouth en un encuentro que marcó la creación de la disciplina de la inteligencia artificial. Ellos coincidieron en que dotar a las máquinas de la capacidad de pensar sería fácil.
Ahora, si nos remontamos a los griegos, las ideas básicas sobre la inteligencia artificial nos llevan hasta Aristóteles, quien fue el primero en describir un conjunto de reglas que detallan una parte del funcionamiento de la mente para obtener conclusiones racionales. Tiempo después, Ctesibio de Alejandría llegó a construir la primera máquina autocontrolada de manera racional, pero sin razonamiento.
En los últimos años de 1950 y los primeros de 1960 la inteligencia artificial vivió una de las mejores eras, pues las máquinas lograban jugar a las damas mejor que muchos seres humanos, ‘aprendían’ inglés y resolvían problemas algebraicos y lógicos.
Ya en este nuevo siglo y luego de importantes avances tecnológicos, la multinacional IBM desarrolló una supercomputadora llamada Watson, que ganó en tres oportunidades el juego de Jeorpardy (concurso televisivo de conocimiento) a dos de sus máximos campeones.
En la actualidad, la inteligencia artificial no solo ha revolucionado el mundo empresarial en sus diferentes rubros, sino también el ámbito social, con aplicaciones que van desde la rápida detección del cáncer hasta la lucha contra la deforestación.
¿Cuáles son los países que más emplea IA?
En el primer lugar de la tabla encontramos a Estados Unidos, con 5,5 billones de visitas, cuenta con la gran parte de visitas a herramientas de inteligencia artificial a escala mundial. Supone un 22,62% del total, por delante de India, que con 2,1 billones es el segundo país con más usuarios. El top 5 lo cierran Indonesia (1,4 billones), Filipinas (1,3 billones) y Brasil (1,3 billones).
UNESCO 2024, refiere en un estudio que IA es utilizado por un 80% de los jóvenes tanto en el ámbito educativo, laboral y de ocio. La investigación de la Unesco explica cómo las herramientas analizadas en IA cometen todo tipo de errores y puede estar generando una inadecuada información. Lo que nos hace preguntarnos. ¿En qué medida es favorable el uso de estas herramientas de IA? ¿Es indudable que algunos medios de comunicación o de algunos creadores de contenidos por ganar mayores subscriptores, vistas y los llamados virales, estén empleando estos privilegios en sus búsquedas por IA? La información que imparte IA desde un punto de vista neutral solo sea sesgada, porque al introducir variables que voy alimentando sea solo mi forma de realidad y no la realidad total.
En perspectiva, el impacto a nivel psicológico en el humano con el uso de IA, desde una mirada objetiva tendría por un lado de forma desfavorable el riesgo de crear ansiedad, adicción, aislamiento social, depresión, disminución de la capacidad cognitiva, baja creatividad y alteración del sueño en el ser humano. Y por el otro lado los efectos positivos la IA, como cualquier tecnología, puede significar una mejora notable en la sociedad al optimizar la productividad.
Desde mi punto de vista “La tecnología más brillante que tenemos es la mente humana, no es limitada, no es controlada”. La mente es espontánea, totalmente creativa, innovadora, no está a base de algoritmos para encontrar soluciones. “La clave que diferencia la tecnología y el ser humano es la capacidad de expresar nuestras emociones y sentimientos”. El cerebro guarda información asociada a los recuerdos y el cerebro humano se remodela a sí mismo con cada recuerdo. Esto sucede a través de la sinapsis, o los pequeños espacios entre las células cerebrales, que se comunican entre sí a través de un sistema electroquímico. La emoción es un componente importante en la creación de recuerdos.
En resumen, todo dependerá de la aproximación que se haga y de las medidas que se adopten para regular IA. “En un mundo consumista donde prevalece la pugna por el poder y lo exterior ante lo interior, quizás resaltar que la mente humana nunca será superada por IA”.
Muy bien artículo muy informativo e interesante
Felicidades a la dra por su trabajo
Buen trabajo Dra.gracias por la informacion.
Gracias Roxana por darte tiempo de escribir. Un saludo enorme. 😊👍🏻💯
Gracias Guillermo por escribir. Así es , IA es toda una revolución, será clave encontrar una regulación para no llegar a ser manipulables o dependientes. 🙂👍🏻